PERSONAJES:
Sombrerero: divertido, alegre, su vestimenta es normal y utiliza un sombrero.
Alicia: adolescente, aventada y rebelde.
Conejo: con orejas rosadas y largas, alegre y experimentado.
Gordo: hombre de estatura baja grotesco.
Gato: blanco de ojos grandes.
Sombrerero: divertido, alegre, su vestimenta es de acuerdo con la época y utiliza un sombrero.
Hongo: Pequeño, marchito y sin ningún color.
PRIMER ACTO
Érase una vez, una adolescente llamada Alicia que vivía por el rumbo de mamadillas, allá por San Juanico.
Alicia se encontraba en una fiesta con su buen amigo el sombrerero.
ALICIA: (Le da un zape al Sombrerero) ¿Qué honda con tu fiesta? ¡Está toda podrida!
SOMBRERERO: ¡Aguanta! ¿Quieres divertirte? Vamos con ese vale (señala al Conejo y se dirige hacia él).
Alicia no sabía en el gran problema en el que se estaba metiendo.
SOMBRERERO: (Saludando) ¡Quiubolas mi Conejote! Acá mi Alicia se quiere divertir.
CONEJO: ¡Nel! ¿Me ves cara de payaso?
SOMBRERERO: ¡Tú tranquis carnal y échame la mano!
CONEJO: ¡Ya estás pásala!
SOMBRERERO: Pues va mi Alicia, te dejo con mi buen amigo el Conejo (golpeando a Alicia en el hombro). La diversión comienza.
ALICIA: ¿Bueno, entonces qué vamos a hacer?
CONEJO: Pues vamos a salirnos de esta pinche fiesta y vamos a dar una vuelta por el bosque.
SEGUNDO ACTO
Iban caminando por el bosque, cuando el Conejo le dio un paquetito que inhalara lo que había en el.
Pero ella no sabía que lo que había dentro era cocaína.
CONEJO: Vamos Alicia no te rajes y pruébalo. ¡Se siente bien chido!
ALICIA: ¡Pues cámara, ya estoy aquí!
Cuando ella lo inhalo se sintió tan bien y con muchas ganas de divertirse. Ellos siguieron caminando y le empezó a hacer efecto a Alicia la cocaína y entonces veía todo distorsionado.
CONEJO: (Preguntándole a Alicia) ¿Alicia, qué haces?
ALICIA: ¡Es qué no ma! ¿Ya viste al hongo?
CONEJO: ¿Qué onda, cuál hongo? ¡Estás loca!
ALICIA: Pues este. ¡Es que está regrandote! ¡Qué colores?
CONEJO: ¡No ma, estás alucinando! ¿Pues cuánto te metiste?
ALICIA: ¡Ni sé!
CONEJO: ¿Estás bien?
ALICIA: Sí. ¿Por qué la pregunta?
CONEJO: Ya estás, nada más ten mucho cuidado.
ALICIA: ¡Ah, sí carnal! Cámara, ya me voy.
CONEJO: ¡Nel!, espérate, ¡estás mal!
ALICIA: ¡No!, el hongo va conmigo.
CONEJO: ¿No má, que hongo? Te digo pinche Alicia, estás bien pasada.
ALICA: ¡Ya cállate! No me permites disfrutar de la compañía de mi amigo hongo. ¡Mejor vete!
CONEJO: ¡Es que estás mal!
ALICIA: ¡No! ¿Qué no entiendes? ¡Lárgate!
CONEJO: ¡Pues como quiera!, conste que te dije.
ALICIA: ¡Que te vayas!
CONEJO: ¡Puff! ¡Cómo sea!
TERCER ACTO
Después de varios meses, Alicia se volvió adicta a esta droga, empezó a tener los síntomas, que ésta provoca. Se empezó a alejar de sus amigos y familiares, nadie quería estar con ella, lo único que le quedaba de ellos eran insultos, golpes y reclamos.
Excepto su amigo el sombrerero.
CONEJO: (Platicando con el Sombrerero) ¿No ma, ya te enteraste?
SOMBRERERO: ¿Qué cosa?
CONEJO: Que la Alicia ahora vive con el gordo.
SOMBRERERO: ¿En serio?
CONEJO: Sí, están en la basura y viven en el abandono.
SOMBRERERO: (preocupado) No puede ser, todo es el mi culpa, todo por querer que se divirtiera.
CONEJO: ¡No seas tan sensible! Sólo una vez se la di a probar, pero ¡no era para tanto!...
SOMBRERERO: Sí, pero, bien que le sigues vendiendo.
CONEJO: El negocio es el negocio. ¿Para qué la llevas? De cualquier forma, ya ni qué hacerle. ¡Pues ya ni pedo! Hay que distraernos y vamos por unos pulques.
SOMBRERERO: ¡Chales, invita al gato! ¿Qué no sabes que está en el anexo de Cacahuamilpa? ¿No qué era tu amigo? Bien que te sirvió y ahora ni te acuerda de él. (Sale molesto.)
El sombrerero, fue a buscar a su amiga Alicia al basurero.
SOMBRERERO: ¿Qué paso Alicia?, mira en lo que te has metido.
ALICIA: (agresiva) ¡Tú qué te metes en mi vida!
SOMBRERERO: Yo sólo te quiero ayudar.
Así pasaron unas horas, tratando, el sombrerero de convencer a Alicia de que necesita ayuda. Pero Alicia se notaba rara, tenía las pupilas dilatas, y se notaba nerviosa.
SOMBRERERO: ¿Ya te diste cuenta de cómo te ves.
ALICIA: (Alterada, se lleva las manos al pecho) ¡No manches! ayúdame Sombrerero, me siento mal. (En ese instante Alicia perdió el conocimiento y de desmayó.)
HONGO: Así Alicia quedó en su mágico mundo de las mamadillas convertido ahora en basurillas. Ojalá, hubiera recapacitado y se hubiera metido a algún anexo. El Conejo y el gato murieron asesinados, el Gordo murió de una sobredosis y el sombrerero, quién sabe dónde quedó. ¡Mantente informado! No te dejes llevar por el momento o por la diversión, aunque te sientas solo.
ALICIA: (Alterada, se lleva las manos al pecho) ¡No manches! ayúdame Sombrerero, me siento mal. (En ese instante Alicia perdió el conocimiento y de desmayó.)
HONGO: Así Alicia quedó en su mágico mundo de las mamadillas convertido ahora en basurillas. Ojalá, hubiera recapacitado y se hubiera metido a algún anexo. El Conejo y el gato murieron asesinados, el Gordo murió de una sobredosis y el sombrerero, quién sabe dónde quedó. ¡Mantente informado! No te dejes llevar por el momento o por la diversión, aunque te sientas solo.
FIN
Red actancial:
Sujeto: Conejo.
Objeto: que Alicia pruebe la cocaína.
Destinador: Sombrerero.
Destinatario: Alicia.
Ayudante: no hay.
Oponente: no hay.
Subgénero dramático: farsa cómica.
Acotaciones:
Lugar.
Tiempo.
Actitud.
Estructura:
Actos: 3
Escenas: 5
Cuadros: 5
Tipo de discurso: directo, utilizando el dialogo.
Tiempo: fábula.
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